1 Comments Posted by Gto

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Parte IIMe eprcilaxon del tratamiento que sería entre 18 y 24 meses y que los efectos secundarios serían difíciles de llevar pero ellos siempre estarían conmigo para sobrellevarlos. Era un tratamiento con Drogas de Segunda Línea, una quimioterapia.Al día siguiente, me pusieron un catéter que iba del brazo hasta el corazón para suministrar una serie de las drogas. Yo lloraba, me contenía, rezaba, le preguntaba a Dios: por qué yo estaba así. Ese era mi sentir y solo tenía que ser valiente.Al día siguiente empezó el tratamiento y por el catéter me suministraron:1800 ml de AmikasinMe dieron vía Oral mañana y noche:Ethambutol 1600 mgEthambutol 100 mgProthionamide 1000mgMoxifloflacin 400 mgCyclocerine 500 mgPASSER -Aminosalicylic Acid 8 gramsEste último era el más horrible, no lo podía pasar por la garganta. Era como las bolitas de las cápsulas pero un buen puñado.Apenas empecé el tratamiento, empezaron los vómitos y diarreas terribles. Me comencé a sentir mal. A los 10 días, me pude ir a mi casa sin máscara porque la MDRTB estaba inactiva según todos los exámenes que me hicieron.Me llevaban al hospital diariamente a recibir el Amikasin por el catéter durante 6 meses y las enfermeras angelicales venían a traerme las medicinas en la mañana y tarde. Para las diarreas, me daban Codeine 30mcg y Ondancentron 16 HCL. Para los vómitos, Peridoxine, porque un simple Gravol no me hacía nada.A lo largo del tratamiento, me bajaron los niveles de potasio, ácido fólico, vitamina D, Vitamina B6, Vitamina B12, hierro y tuve un desbalance de hormonas tiroideas. Los doctores siempre estuvieron pendientes de todo y me suministraron todos los medicamentos para los efectos secundarios. Tenía pesadillas horrorosas, soñaba cosas feas, estaba nerviosa, no pude trabajar más. Me sentía tan mal y tan miserable que quería suicidarme, pero ni siquiera tenía fuerzas para eso. No podía abandonar el tratamiento porque la TB porque podría regresar en una forma más resistente y podría contagiar a las personas y eso era lo que yo no quería, solo tenía que soportar.Los efectos secundarios me provocaron vértigos terribles, estuve con hemorragia en los intestinos por tanta diarrea, cándida vaginal resistente, infecciones urinarias, gastritis, hipotiroidismo, presión arterial muy baja, etc. Mi condición física y psicológica, estaban destrozadas. Hubo días en los que yo rezaba un acto de contrición porque yo pensaba que no iba a despertar. Veía a mi padre que había fallecido y yo lo suplicaba me lleve con él. Había días en que yo veía la muerte y yo quería irme con ella. Yo quería descansar en paz, porque no era justo para mi familia verme en estas condiciones. Yo me sentía una carga pesada y contaminada. Solo un paciente con TB me puede entender.En el mes 20 de este horrible tratamiento, mis funciones del hígado y páncreas empezaron a fallar. Yo estaba amarilla, toda mi piel inflamada, mi visión bajó notablemente y perdí un poco la audición. Yo creía que ya no podía más. Me internaron unas veces más y el Doctor me dijo: “su MDRTB ha estado en su cuerpo pero en muy baja potencia y ha sido combatida en forma exitosa. Su hígado está muy afectado y sus riñones también”. Decidieron darme de alta de este horrendo tratamiento.Tendré controles cada dos meses durante un año, luego cada 3 meses durante un año más y 6 meses durante 3 años más. En total 5 años de seguimiento como un cáncer.Mi pulmón está totalmente saludable desde el año pasado, no tengo ni siquiera una cicatriz.Toda la gente que sufre de este mal no puede perder la esperanza, tienen que seguir el tratamiento que es muy difícil. Ahora que he terminado el tratamiento, al menos mi corazón está en paz, pero ya nunca volveré a ser la misma persona porque pienso: cuántas personas como yo hay en Perú? Personas que a lo mejor ni saben. Cuando se trata de TB, uno piensa en África o en India. Yo no tenía la menor idea que el tratamiento era tan cruel y peor que un tratamiento para el cáncer.